1. Lo primero de todo es saber cuántos dominios vas a utilizar. Algunos planes de hosting incluyen un dominio. Si quieres alojar más de una web, comprueba que el servicio que vas a contratar permite alojar varias páginas.
2. Otra cosa crucial que debe tener incluida es el certificado SSL. Es un certificado que garantiza la seguridad del usuario al navegar por una página web. Si tu sitio web empieza por «https» y no por «http», es porque tiene el certificado. Esto es importante por dos razones:
- Posicionamiento SEO: Google penaliza a las webs que no tengan este certificado. Si quieres tener un buen SEO, asegúrate de tener el certificado SSL.
- Confianza de los usuarios: cuando una página no tiene este certificado, a los usuarios les salta un aviso indicando que la web podría no ser segura. Para que tus visitantes estén cómodos y no huyan de tu sitio web, necesitas demostrar que es segura.
3. A veces, al realizar cambios en tu web o simplemente teniendo mala suerte, se pierde contenido o, directamente, toda la web. Es por esto que conviene contratar un servicio de hosting con copias de seguridad. Así, si tu página se cae, sufre un error, se pierde, etc. solo tendrás que restaurar la página a un estado anterior, haciendo uso de la última copia de seguridad en la que funcionaba correctamente.
4. Tu sitio web puede sufrir caídas y todo tipo de errores que, si no tienes mucha experiencia, no sabrás solucionar. Parte de estos errores, aunque sepas solucionarlos, necesitan ayuda del propio servicio técnico de la empresa de hosting. Debido a esto, uno de los factores más importantes, es el soporte. Un buen soporte que no solo sea rápido, sino útil. Si el soporte es lento o no soluciona los problemas con la mayor rapidez, tu web se verá perjudicada y expuesta a los fallos, errores y caídas que pueda sufrir. Con un buen soporte, estos problemas se solucionarán tan rápido que apenas afectarán a tu negocio.