Volviendo al SEO, este es el punto que más beneficia a tu posicionamiento. Si ya has realizado un estudio de palabras clave y tienes claro cuáles introducir en tu contenido, no te va a servir de nada si no tienes un blog.
Hay palabras clave que funcionan mejor en páginas estáticas y otras que son más óptimas en el blog. Por ejemplo, si quieres hablar de un tema muy concreto, el título de la entrada será la palabra clave que busquen los usuarios en Google para encontrar información sobre ese tema.
Después, ya escribiendo el post, deberás introducir palabras clave genéricas relacionadas con tu negocio. También es muy recomendable escribir algunas más concretas sobre el tema del que estás hablando (palabras clave que a veces son exclusivas de ese post).
Fuera del propio contenido de la entrada, están las categorías y etiquetas, donde también puedes introducir palabras clave. Sin embargo, no hay que abusar de esto. Si pones demasiadas etiquetas por entrada o, si pones siempre etiquetas distintas para cada post, Google te penalizará. También te recomiendo que no las uses solo para tener más palabras clave. Está claro que mejorar tu posicionamiento es uno de sus objetivos, pero también tienen el de guiar al usuario para poder mostrarle los contenidos que le interesa, de la forma más cómoda posible.